Después de años de estudios universitarios, certificaciones y maestrías, de ocupar puestos importantes en el mundo corporativo y de fracasos en otras empresas de Redes de Mercadeo, en el 2014 nos encontrábamos llenos de deudas, decepcionados y sobreviviendo con limitaciones, con el empleo de Jahnna como única fuente de ingresos mientras José Gregorio buscaba una nueva oportunidad, tratando de darle lo mejor a nuestra hija, que en ese momento tenía meses de nacida.
A través de nuestra amiga y mentora Ana Cantera , tuvimos la bendición de ser de los primeros en conocer TLC cuando ella dio el sí. Por las experiencias negativas en otras compañías, no estábamos dispuestos a volver a la industria, Ana nos dijo “lo vamos a intentar una vez más” y lo demás es historia.
Gracias a que José Gregorio inicia a trabajar en TLC en el 2015, logramos ingresos que nos ayudaron a mejorar nuestro estilo de vida, cubrir deudas y 3 años después Jahnna pudo dejar su empleo para dedicarse 100% a TLC y dedicar tiempo de calidad a nuestros 3 hijos. Hoy, gracias a Dios, estamos libres de deudas, tenemos el hogar y vehículo de nuestros sueños, viajamos todos los años para vacacionar y tenemos grandes planes para el futuro inmediato, que sin TLC no sería posible siquiera soñarlo.
Lo mejor es que para lograr nuestros sueños tenemos que ayudar a los demás a lograr los suyos, estamos comprometidos con la misión de liberar 1000 familias latinas y eso se ha vuelto un gran propósito de vida. Dios nos bendijo con un equipo maravilloso que día a día lucha con pasión por lograr sus metas. Respaldados por el sistema educativo A3vté, único en la industria, es increíble y admirable el trabajo que nuestra Coach Ana Cantera dedica en asegurarse que su equipo cuente con todo lo que necesita para crecer su negocio, todo esta centralizado en una plataforma amigable, moderna y actualizada. Es muy sencillo mantener tu equipo conectado al sistema, tu negocio no tiene otra opción que crecer gracias a las herramientas y la universidad. El hecho de saber que no tenemos que esperar por alguien más para que determine cuánto podemos ganar, cuándo podemos vacacionar, cuándo podemos estar con nuestros 3 hijos…la sensación de libertad no tiene comparación con nada que el mundo laboral nos pueda dar.